

Muchas veces decimos que no hay edad para aprender a bailar. Tengas la edad que tengas siempre es un buen momento para dar clases de ballet o cualquier otra disciplina. Sin embargo, es cierto que empezar a bailar desde pequeños dota a los niños de unas habilidades y destrezas que desarrollarán a lo largo de los años. No hace falta ser estricto ni pensar en nuestros hijos como estrellas de la danza. Lo importante es divertirse y moverse.
Mientras bailas el cuerpo se funde con la música, te liberas y te ayuda a desarrollar tus capacidades. No solo las físicas, también las mentales, las habilidades de comunicación, las sociales… Estos son algunos de los beneficios que los niños pueden extraer de la danza desde muy pequeños.
Nivel corporal
La danza trabaja zonas del cuerpo que hay que fortalecer desde pequeños, como la espalda, que empieza a sufrir desde muy pronto por la obligación de cargar con los libros del colegio. Además, activa el arco del pie plano. Por tanto, contribuye a corregir malas posturas, desarrollar los músculos y ganar elasticidad.
Uno de los grandes problemas de nuestro país es el sobrepeso infantil, provocado generalmente por una alimentación deficiente y una vida sedentaria desde muy jóvenes. La danza pero también cualquier otro deporte por el que se interesen es importante para tener una vida activa.
Por otro lado, es muy importante trabajar la psicomotricidad en los más pequeños y aprender a coordinar movimientos. Seguir una coreografía requiere de agilidad, reflejos, equilibrio… y de conocer bien los movimientos de cada parte de nuestro cuerpo.
Por último, se trabaja la respiración para que esta acompañe los movimientos del bailarín.
Nivel mental
Los beneficios físicos son importantes pero los mentales están al mismo nivel. Los niños tienen mucha energía y es clave enseñarles a liberar adrenalina. No se nos ocurre una mejor forma de hacerlo que bailando.
La sociabilización también es un aprendizaje de los primeros años de vida, aprender a tratar a los demás y a compartir sentimientos y experiencias con ellos. Cualquier deporte, especialmente los que se trabajan en equipo, puede ayudar al niño a superar su timidez y a desarrollar habilidades sociales que tan importantes le serán en el futuro.
Y, por supuesto, la capacidad de superación ayuda a los pequeños (y mayores) a mejorar la autoestima, a sentirse dueños de su propio cuerpo. Pero lo más importante es que la danza es una vía perfecta para expresarse. En nuestra tienda de danza y fitness siempre recalcamos que el cuerpo es una vía de comunicación y expresión de sentimientos. Por eso, la danza se considera un arte y practicarla es un acto liberador.