

Sin duda, los pies son la herramienta principal de un bailarín o bailarina, por eso, hay que cuidarlos al máximo antes y después de bailar. Esto pasa en cualquier disciplina, aunque es cierto que el ballet suele ser especialmente exigente con esta zona de nuestro cuerpo. ¿Cómo podemos cuidar al máximo nuestros pies?
Una de las zonas más afectadas por las lesiones suele ser los tobillos, que pueden sufrir daños como fracturas, tendinitis y osteocondritis. Las rodillas y caderas también entran en ese top 3 de lesiones habituales entre los bailarines.
Escoger el calzado correcto
Para evitar dolencias en los pies, hay que saber protegerlos. Y, el primer paso, es escoger un buen calzado para bailar. Tanto si son zapatillas de ballet como zapatillas de contemporáneo o zapatos de baile flamenco, tendremos que fijarnos muy bien en la superficie en la que vayamos a practicar y, por supuesto, en los objetivos que queremos alcanzar ¡no todo el calzado tiene la misma funcionalidad! Además, hemos de tener en cuenta cuál es nuestro nivel y adaptar todo nuestro vestuario a él. El calzado debe ser de calidad y, por tanto, debe darnos garantías. Por último, tenemos que conocer bien cómo colocarlo, cómo ajustarlo y ser muy rigurosos con la talla escogida, que el pie se adapte perfectamente y no se tambaleé ni apriete dentro del zapato o zapatilla.
Es muy importante probar el calzado y comprobar, antes de usarlo en nuestras clases o entrenamientos, que tiene la flexibilidad adecuada y que nos sentimos cómodas con él. En nuestra tienda de danza podrás encontrar muchas opciones y estaremos encantados de asesorarte sobre todas ellas.
Mimar los pies después del baile
Muchas veces os hemos hablado del descanso activo, del sobreentrenamiento y de saber leer las señales de nuestro cuerpo, que nos advierte de cuándo parar. Para prevenir lesiones, hay que ser responsables con el uso y abuso de nuestras capacidades y de esa herramienta de trabajo (y de vida) que son los pies.
Dicho esto, después de los entrenamientos, ensayos o actuaciones, también deberíamos tener un mimo especial con ellos. Una opción es poner tus pies a remojo en un barreño con agua templada y darnos masajes con las manos o aparatos específicos para ello. También podemos hacer uso de cremas y aceites hidratantes y relajantes para poner nuestros pies a punto y descargar toda la tensión acumulada y, sobre todo, dejarlos reposar.
En cualquier caso, si eres bailarín o bailarina profesional, acudir al fisio es algo imprescindible para una manipulación más profesional. Estamos seguros de que te podrá dar consejos y recomendar ejercicios para hacer en casa. En clase, sigue también el consejo de tus profesores/as y tómate el tiempo necesario en calentar y estirar, además de no forzar las posturas.
En Magar´s creemos que es fundamental cuidar el cuerpo para que pueda seguir dándonos tantas satisfacciones como lo hace con la danza.