

Aunque esbeltos y elegantes, los bailarines y las bailarinas de ballet tienen mucha fuerza física. Es necesario para mantener el equilibrio y el control de su cuerpo en cada movimiento. Para ello, deben someterse a duros entrenamientos, calentar correctamente y cuidar su forma física. ¿Sabes cómo es la preparación física de los bailarines?
Sin lugar a dudas, la de bailarín es una profesión exigente. Su acondicionamiento físico es tan importante como su destreza, sensibilidad y su técnica. No podemos perder de vista que su cuerpo es su herramienta principal de trabajo y, por tanto, deben trabajar su capacidad aeróbica, anaeróbica, su resistencia muscular, su fuerza y potencia en los movimientos, su coordinación y su flexibilidad.
Esto le convierte en un profesional más completo, sin descuidar la capacidad para transmitir, la interpretación y el sentimiento con el que ejecuta la danza, según lo que esta requiera.
Zonas del cuerpo que debe trabajar un bailarín o una bailarina
Desde luego, es importante hacer un entrenamiento conjunto porque en la danza se activan todas las partes del cuerpo. Sin embargo, hay ciertas zonas que cobran especial protagonismo. Una espalda fuerte, por ejemplo, es fundamental para mantener el equilibrio y el torso alargado y estirado. Por su parte, los pies, tobillos y tendones son especialmente delicados por lo que no solo habrá que fortalecerlos sino también calentar bien esas zonas para evitar lesiones.
Ejercicios y entrenamientos indispensables
Además de las clases o los ensayos de ballet, los bailarines y bailarinas suelen realizar ejercicios aeróbicos complementarios, como correr o nadar, por ejemplo. Con ello, logran fatigarse menos y no acelerar la frecuencia cardíaca. Para trabajar los músculos deberá realizar ejercicios anaeróbicos, que son aquellos que nos obligan a realizar un esfuerzo grande en un breve lapso de tiempo. Ejemplo de ello son las pesas, las sentadillas o los ejercicios isométrico.
Los entrenamientos de fuerza son muy importantes para el equilibrio y para llevar a cabo movimientos potentes. Lejos de lo que pueda parecer, no afectar a la flexibilidad del bailarín ni tampoco a su estética, como hemos dicho antes, esbelta.
Disciplinas como el yoga o el pilates pueden ayudar a mejorar la flexibilidad, la coordinación y el control de la respiración.
Por último, no hay que olvidar el descanso como parte de un entrenamiento efectivo. Cuando el cuerpo trabaja con mucha intensidad hay que dejar que se recupere, sobre todo, en beneficio de la regeneración muscular. Desde nuestra tienda de ropa de danza sabemos el gran esfuerzo que debe hacer un bailarín o bailarina para crecer profesionalmente. Nuestra admiración es total y trabajamos para que se sientan lo más cómodos posibles con nuestras prendas y que, además, les ayuden a rendir correctamente.